Variantes del SARS-COV-2 (COVID-19) - Preguntas frecuentes

Es normal que los virus cambien y evolucionen a medida que se transmiten entre las personas a lo largo del tiempo. Cuando estos cambios se vuelven significativamente diferentes del virus original, se les denomina como "variantes". Para identificar las variantes, los científicos mapean el material genético de los virus (lo que se conoce como secuenciación) y luego buscan las diferencias entre ellos y analizan los cambios.  

Desde que el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, se ha extendido por todo el mundo, han surgido variantes que se han identificado en muchos países. 

La epidemiología mundial actual del SARS-CoV-2 se caracteriza por el predominio de la variante delta, la tendencia a la disminución de la proporción de las variantes alfa, beta y gamma, y la aparición de ómicron, que fue designada como variante de preocupación (VOC, por sus siglas en inglés) por la OMS el 26 de noviembre de 2021.  

Se considera que una variante es de interés (VOI por sus siglas en inglés) si hay evidencia científica inicial de mutaciones - que se sospecha - causen cambios significativos, y está circulando ampliamente (por ejemplo, se sabe que ha infectado muchos grupos de personas, o se ha detectado en varios países). Hay 2 variantes de interés (mu y lambda) que OPS/OMS sigue vigilando en caso de que evolucionen de tal forma que puedan ser designadas como variantes de preocupación.  

Una variante de interés se convierte en una variante de preocupación si hay constancia de que se propaga más fácilmente, causa una enfermedad más grave, escapa a la respuesta inmunitaria del organismo, cambia los síntomas del virus o disminuye la eficacia de las herramientas conocidas, como las medidas de salud pública, los diagnósticos, los tratamientos y las vacunas. Hay 5 variantes de preocupación que OPS/OMS continúa vigilando. 

 

Para hablar de las variantes ante los medios de comunicación y el público, la OMS comenzó a utilizar el alfabeto griego en mayo de 2021 para facilitar el seguimiento de las variantes sin vincular sus nombres a los lugares donde se identificaron por primera vez, ya que las variantes pueden surgir en cualquier lugar y en cualquier momento. 

De acuerdo con los lineamientos de la OMS para nombrar nuevas enfermedades, algunas letras no se utilizan si causan confusión en los principales idiomas o estigmatizan a ciertos grupos. Estas etiquetas de la OMS no sustituyen a los nombres científicos existentes de las variantes, las cuales transmiten información científica importante a los investigadores y científicos. 

La variante Ómicron, variante B.1.1.529, se notificó por primera vez a la OMS el 24 de noviembre de 2021 y fue clasificada como variante de preocupación por la OMS el 26 de noviembre de 2021. La clasificación fue hecha por el consejo del Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución del Virus, basándose principalmente en la información de Sudáfrica que mostraba que la variante tiene un gran número de mutaciones y causó un cambio en las tendencias epidemiológicas de la COVID-19 en el país. 

Todas las variantes son diferentes. La variante Omicron tiene un gran número de mutaciones que pueden significar que el virus actúa de forma diferente a otras variantes que están circulando.

 

Ahora hay pruebas de que Omicron se está propagando con mucha mayor rapidez que la variante Delta. Sin embargo, aún no está claro si esto se debe a una mayor transmisibilidad, a un aumento de las reinfecciones o a ambas cosas. Los datos preliminares sugieren un menor riesgo de gravedad, hospitalización o muerte en las infecciones con Ómicron en comparación con las infecciones con Delta. Esto podría deberse a las características intrínsecas de la variante o a factores relacionados con las poblaciones en las que se está propagando Ómicron, con niveles significativos de vacunación o infecciones previas con otras variantes.

 

La OMS está trabajando con socios técnicos para evaluar el rendimiento de las vacunas actuales contra Ómicron y comunicará estos resultados tan pronto como estén disponibles. Los datos preliminares muestran que las vacunas disponibles reconocidas por la OMS siguen protegiendo contra la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte, independientemente de la variante.

 

Es importante recordar que la reinfección, incluso en individuos vacunados, puede producirse con todas las variantes, por lo que deben mantenerse y reforzarse todas las medidas de salud pública para evitar el contagio y la propagación del virus. En la actualidad, la variante Delta es la dominante en todo el mundo y las vacunas COVID-19 aprobadas por la OMS son muy eficaces para protegerle de enfermedades graves y de la muerte, incluso de la infección por Delta.

 

Última actualización: 4 de enero de 2022.

Más preguntas y respuestas sobre las vacunas contra la COVID-19 

 

Ahora hay pruebas de que Ómicron se está propagando con mucha mayor rapidez que la variante Delta. Sin embargo, aún no está claro si esto se debe a una mayor transmisibilidad, a un aumento de las reinfecciones o a ambas cosas.

Los datos preliminares sugieren un menor riesgo de gravedad, hospitalización o muerte en las infecciones con Ómicron en comparación con las infecciones con Delta. Esto podría deberse a las características intrínsecas de la variante o a factores relacionados con las poblaciones en las que se está propagando Ómicron con niveles significativos de vacunación o infecciones previas con otras variantes.

 

La OPS/OMS sigue coordinando con un gran número de investigadores de todo el mundo para conocer mejor todas las variantes del SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, incluida la ómicron. Se necesitan muchos estudios, incluyendo evaluaciones de: 

  • La transmisibilidad, o la facilidad de propagación de persona a persona, de ómicron en comparación con otras variantes 

  • Gravedad de la infección y reinfección con ómicron 

  • Rendimiento de las actuales vacunas COVID-19 contra ómicron 

  • Rendimiento de las pruebas de diagnóstico, incluidas las pruebas de antígenos, para detectar la infección por ómicron 

  • Eficacia de los tratamientos actuales para el manejo de los pacientes con la enfermedad de COVID-19 

El Grupo de Asesoramiento Técnico de la OMS sobre la Evolución del Virus continuará vigilando y evaluando los datos a medida que estén disponibles y evaluará si las mutaciones de la variante de ómicron alteran el comportamiento del virus. 

En las Américas, la Red Regional de Vigilancia Genómica de COVID-19, coordinada por la OPS, reporta regularmente nuevas secuenciaciones y hallazgos científicos sobre cambios genéticos del SARS-CoV-2, lo cual es crítico para mejorar el desarrollo de protocolos de diagnóstico, generar información para el desarrollo de vacunas y para entender mejor los patrones de evolución y epidemiología molecular de SARS-CoV-2. 

Mas información sobre la Red de vigilancia genómica 

La variante delta es una variante de preocupación clasificada por la OMS el 11 de mayo de 2021, y es actualmente la variante dominante que circula a nivel mundial.  La variante delta se propaga más fácilmente que las cepas anteriores del virus y es la responsable de más casos y muertes en todo el mundo.  Todas las vacunas COVID-19 aprobadas por la OMS que se utilizan actualmente son seguras y eficaces para prevenir la enfermedad grave y la muerte contra la variante delta. 

Para protegerse a sí mismo y a los demás de cualquiera de las variantes de la COVID-19 (incluidas la variantes delta y ómicron): 

  • Vacunarse en cuanto sea posible 

  • Lavarse las manos con frecuencia 

  • Usar una mascarilla bien ajustada sobre la boca y la nariz 

  • Mantener una distancia de al menos 1 metro de los demás 

  • Evitar las aglomeraciones 

  • Ventilar los espacios cerrados

  • Toser o estornudar  en el interior de su codo doblado o en un pañuelo desechable 

Como todos los virus, el SARS-COV-2, el virus que causa la COVID-19, seguirá evolucionando mientras siga transmitiéndose de una persona a otra. Cuanto más se transmita el virus, más posibilidades hay de que cambie y se generen nuevas variantes. Por lo tanto, la mejor manera de evitar que surjan más variantes es detener la transmisión del virus y contribuir entre todos a disminuir los contagios por COVID-19. 

Para protegerse a sí mismo y a los demás de la COVID-19: 

  • Vacunarse en cuanto sea posible 

  • Lavarse las manos con frecuencia 

  • Usar una mascarilla bien ajustada sobre la boca y la nariz 

  • Mantener una distancia de al menos 1 metro de los demás 

  • Evitar las aglomeraciones 

  • Ventilar los espacios cerrados

  • Toser o estornudar  en el interior de su codo doblado o en un pañuelo desechable 

Los virus evolucionan y cambian constantemente. Cada vez que un virus se replica (es decir, hace copias de sí mismo), existe la posibilidad de que ocurra uno o varios cambios en su material genético. Cada uno de estos cambios es una "mutación". Un virus con una o más mutaciones ya caracterizadas se denomina "variante" del virus original.  

Algunas mutaciones pueden dar lugar a cambios en características importantes del virus, incluyendo características que afectan a su capacidad de propagación y/o a su capacidad de causar una enfermedad más grave y la muerte. 

 

Los datos de los que disponemos actualmente muestran que las vacunas contra la COVID-19 siguen siendo muy eficaces para prevenir enfermedad grave y la muerte frente a cualquier variante. Sin embargo, es importante señalar que todavía estamos aprendiendo sobre las formas en que las variantes afectan a la vacunación.  

Actualmente, la variante delta es dominante en las Américas y el resto del mundo, y las vacunas COVID-19 aprobadas por la OMS son muy eficaces para proteger de enfermedad grave y de la defunción. 

En cuanto a la nueva variante de preocupación ómicron, la OMS está trabajando con socios técnicos para comprender el posible impacto de esta variante en la eficacia de la vacuna.  

Ninguna vacuna es 100% efectiva. Aunque las vacunas contra la COVID-19 son muy eficaces para protegerle contra la enfermedad grave y la muerte, algunas personas seguirán enfermando de COVID-19 después de la vacunación. También podría transmitir el virus a otras personas que no estén vacunadas. Por eso, es muy importante seguir adoptando medidas de protección, incluso después de haberse vacunado completamente. 

Más preguntas y respuestas sobre las vacunas contra la COVID-19 

 

Hasta ahora, las pruebas disponibles muestran que las vacunas aprobadas por la OMS son eficaces para reducir la probabilidad de infección y prevenir la hospitalización y la muerte por COVID-19.

 

La OMS está trabajando con socios técnicos para evaluar el rendimiento de las vacunas actuales contra Ómicron y comunicará estos resultados tan pronto como estén disponibles. Los datos preliminares muestran que las vacunas disponibles reconocidas por la OMS siguen protegiendo contra la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte, independientemente de la variante.

 

Actualmente, la variante Delta es dominante en todo el mundo y las vacunas COVID-19 aprobadas por la OMS son muy eficaces para proteger de la enfermedad grave y la muerte, incluso de la infección por Delta.

 

Es importante recordar que la reinfección, incluso en personas vacunadas, puede producirse con todas las variantes, por lo que deben mantenerse y reforzarse todas las medidas de salud pública para evitar el contagio y la propagación del virus. Dado que ninguna vacuna es 100% efectiva, es necesario continuar con todas las medidas preventivas, incluso después de la vacunación: la higiene constante de las manos, el uso de mascarillas, estornudar o toser en el codo, mantener una distancia de al menos 1 metro de otras personas, evitar las aglomeraciones y mantener los espacios bien ventilados, son medidas que deben seguir practicándose para prevenir la infección por COVID-19.

 

Última actualización: 4 de enero de 2022

Más preguntas y respuestas sobre las vacunas contra la COVID-19 

 

Los datos disponibles muestran que las pruebas de diagnóstico existentes que se utilizan actualmente (tanto la PCR como las pruebas rápidas basadas en antígenos) siguen siendo capaces de detectar las infecciones por Ómicron y otras variantes. 


(Última actualización: 4 de enero de 2022)